miércoles, 12 de octubre de 2011

Reflexiones de una persona olvidada...

Hace siglos que estoy sola, ni siquiera mi creadora ha querido estar conmigo, que podría hacer yo... Alma solitaria corre por los andenes, lista para coger el próximo tren, pero, ese tren nunca llega, el reloj quedó en tiempo muerto y no sabe volver a comenzar su andadura.
- Te has quedado sola - le dice la aguja grande- yo no puedo hacer nada por ti, tendrás que buscar una manera de seguir adelante sin mí y sin los vagones...
Sintiéndose lisiada piensa:
-Llegar a mi destino sin ni siquiera una brújula sería una locura, tendré que quedarme aquí a ver si algún viajero se apiada de mi situación y me presta su atención o una brújula con la que poder orientarme.
Y espera, llanamente espera que alguien venga a rescatarla. No se le ha ocurrido buscar la respuesta en las estrellas o en el musgo que crece en los arboles, pues ella no conoce los saberes que se esconden en estas pequeñas cosas que podrían guiarla. Nadie se lo ha enseñado, no podría estar más perdida. Sin medios tecnológicos ni conocimientos básicos, lo único que puede hacer es rendirse a la perdición en la que se ha convertido su destino, lo único que puede hacer es perecer... Lo más cruel es que su corazón se empeña en seguir latiendo, sus pulmones en seguir respirando, y lo peor, su cabeza en seguir pensando en una salida para esta situación. La frustración es mayúscula. No puede seguir y se muere agónicamente por continuar inmóvil en el mismo lugar.¿ Qué suerte tan atroz puede seguir manteniéndola con vida, para qué?
- ¿Cuál es la verdad que debo encontrar? Aquí inmóvil durante siglos, esperando... ¿esperando a que? Me temo que nunca lo sabré, me temo que esta es una cruel jugada del azar .A alguien le tenía que tocar, imagino que tenía la rifa premiada. Sólo intentaré seguir respirando un poco más a ver si algún viajero aparece, hasta el momento que mi corazón se canse de latir, hasta el momento en que el dolor lacerante lo marchite inevitablemente. Hasta que todo acabe al fin, como debe ser.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El final del principio

Una vez realizada la cabecera (fotografía hecha y retocada por mi misma) y haber mirado un poco el formato del colocación, me dispongo a terminar mi primera inclusión en el Blogger :)
He decidido empezar esta andadura con una pequeña historia fatástica que escribí para la revista Redes (como mucha gente sabrá el nombre del blog está inspirado por las palabras de Eduard Punset), la cuál mandé para ver si me la publicaban, no lo hicieron pero me sigue gustando el resultado, así que ahí va.

INCLUSO EN LA MUERTE

Ella derramaba lágrimas sobre su portátil. La noche había caído y era lo único que le quedaba. La soledad de su estancia se hacía insondable, el pasado, el futuro y el presente se aunaban en una desesperación infinita. Y entonces lo vió, ese pequeño objeto que había significado todo y nada en uno solo. Parecía una canica, de un color azul irisado, muy brillante. Lo miró con intensidad y pensó en todas aquellas posibilidades que ya nunca serían. Toda la vida que se marchito, toda la esperanza, todo el amor... En esa pequeña esfera se había puesto en juego el futuro de la humanidad. Intentaron hacerlo bien, algunos incluso encontraron su camino y supieron ser felices. Pero fueron demasiado avariciosos, demasiado compulsivos, demasiado autodestructivos. Todo el tiempo preguntándose qué hacían allí, quién los había apuesto en ese lugar, dónde estaban, cuál era su propósito. Todas estas cuestiones les condujeron a una búsqueda incansable desde el principio de los tiempos, lo cual desembocó en el descubrimiento de una verdad que no debían saber, la que definitivamente les arrastraría a la aniquilación completa de toda la especie e incluso de todo su entorno. Todo se perdió, nada quedo en pie, nada se pudo salvar. Y ella, LA VIDA sólo podía llorar por su propio perecimiento y esperar que el resto de esferas, que coronaban su repisa, tuvieran más suerte, mesura, altruismo y calma para llevar las cosas de otra forma. Y esperar que el azar tuviera más puntería en un nuevo principio para LA VIDA.