viernes, 6 de junio de 2014

A veces la belleza está en lo cotidiano


A veces sólo tengo cosas deprimentes que decir, pero sentirme tan perdida en la vida hace que experimente un vacio, un sentido de la nada, tan profundo que no se cómo sobrellevarlo. Entonces mi mente y mi cuerpo luchan en mi contra, me apalean y hunden hasta que se les antoja parar y dejarme subir un poco a la superficie para llenar mis pulmones de ese ansiado oxígeno, esa esperanza por vivir, ese nuevo proyecto o cosa que emprendo con ganas esa nueva persona que conozco y cambia todo mi mundo, ese nuevo comienzo que anhelo desesperadamente en cada pequeño escalón que recorro...

A veces sólo tengo ganas de crear algo de la nada, una sensación, un pensamiento, una experiencia... Sin valorar lo que eso conlleva, una acción, un movimiento hacía delante, un salto al vacio a veces...

A veces me recreo en el pasado, a veces me pierdo en él, a veces me hundo en mundos imaginarios, futuros inverosímiles, a veces pienso que... la belleza está más allá de la lógica, la felicidad está más allá de la razón y entonces dejo de pensar y simplemente siento plenamente... eso, a veces, duele.

sábado, 22 de febrero de 2014

Tiempo Imperfecto


No me imagino nada más allá del mañana, ni quiero, ni puedo. Pienso en posibilidades, pero se difuminan nada más comienzan  a formarse... La realidad de mi mente es la única que existe, pero  sólo prevalece lo justo para enseñarme un mundo idílico en el que quisiera estar y me deja con el anhelo de la fantasía más pura y hermosa. No creo en el mundo real. Las cosas tan absurdamente tangibles no tienen significado para mí. La realidad más profunda, la que yo creo, es la única que existe, la única que me hace sentir, la única que poseo.

 

martes, 20 de agosto de 2013

Saber quién soy



Saber quién soy.

Quizá ya lo sepa y no m gusta el resultado.

La ecuación me lleva a un resultado inconcluso, casi imposible.

Y por eso lo rompo y rompo mi alma en llanto.

La constante es el sufrimiento y la ecuación sólo es la prueba de este hecho.

Mi cabeza rueda como una alianza dorada sobre una mesa de mármol;

Duro contra duro,
Bello contra bello.

La batalla inmortal que nadie puede ganar.

No quiero seguir.
No me sale nada.

Solo quiero vivir contigo,
pero no te encuentro.

¿Dónde estás?

No sé si existes o sólo eres parte de mi ilusión.
Pero no dejaré de buscarte.

Nunca.

Siempre querré verte.

Siempre querré estar contigo.

Tú llenarás cada espacio de mi mente.

Tú me sosegaras.

Tú calmaras mis pensamientos más perturbadores.

Contigo encontrare mi hogar,
el que tanto necesito.

Contigo volveré al seno de mi niñez
y empezaré  a vivir de nuevo.
Tendré un nuevo comienzo.


Aquel que tanto anhelé…
 

viernes, 29 de marzo de 2013

La sala de espera de la felicidad


Disfrutando de la sala, acomodándome en ella. Tal vez demasiado cómoda, tal vez demasiado reconfortante... estoy perdiendo en sendero, de hecho ahora ya apenas se ve, como si sólo fuera un espejismo, una sutil mancha borrosa dejada por un ligero sueño superficial en una noche de pesadillas.

Sentada, gozando de las vistas, apreciando la sensación placentera de deleite, sin más preocupaciones o futuros... o pasados. Perdiendo todo propósito o anhelo, quedándome en la superficialidad de la vida más simple, cejando en la búsqueda de ese algo más que siempre pensé que tenía que hallar. Y sin embargo más en paz que nunca.


Tal vez siempre estuve equivocada, igual lo extraordinario no estaba llamando a mi puerta tan incesantemente como me había hecho creer, es posible  que sea el ser mediocre que nunca quise ser, a lo mejor la felicidad era esto, no destacar, no buscar más allá, sólo encajar.

lunes, 1 de octubre de 2012

Otra Dimensión




Mis tobillos son débiles, no encuentro la estabilidad, Intento mantenerme erguida, firme en mis convicciones, en el camino que, se supone, he elegido para mí. Pero  el equilibrio es tan tenue, la balanza oscila hacía todas partes, gira sin sentido en mi cabeza... el movimiento es tan fuerte que lo siento hasta en los huesos, siento las fisuras que se forman, rompen mi estructura hasta lo más hondo. Y de repente la calma, la nada, ni ideas, ni sueños, ni camino... ni siquiera siento el desequilibrio porque simplemente ni siquiera hay suelo... o cielo, sólo vacío. Blanco y puro, ensordecedor, desolador. Pero esta calma es, si cabe, más desesperante que el desequilibrio. Ya no hay sendero, ni forma de encontrarlo, sólo hay nada.

jueves, 8 de marzo de 2012

Todo por un sueño

Erase una vez una joven compleja, de carácter afable y compasivo, gozaba de ayudar a su prójimo y a todos los seres vivos que la rodeaban. Pero también tenía su lado más oscuro, como todo el mundo sentía envidia, o celos, y era normal pues era un ser humano. Ella tenía un sueño, quería dedicar su vida a hacer algo importante, quería ser de la guardia real. Poder salvaguardar la vida y seguridad de todo aquel que lo necesitara. Entrenó duro, se esforzó y logró tener gran habilidad con los útiles de guerra. Y llegó el día en que juró defender la vida por encima de todo, lo había conseguido. Pertenecía al lugar donde debía estar.
 Y así comenzó su primera misión. Tendría que irse lejos y abandonar todo lo que conocía, pero no tenía miedo, sabía que podría hacerlo y que este acto la llenaría completamente.
Llegó a una tierra mísera, tanto en alimentos como en educación. Una tierra desolada por la guerra, las enfermedades y la hambruna. Su cometido era sencillo; llevar a un lugar seguro a un grupo de personas que se encontraban en zona peligrosa. Lo que no podía esperar, fue lo que sucedió en ese trayecto. Un niño de no más de 7 años apareció de repente asustando al pelotón.
Alguno de sus compañeros apuntaron al niño con su arma, ella inmediatamente grito:
-          - Deteneos sólo es un crio!
Pero no era “sólo” un crio. Cuando ella se acercó para ver si estaba bien y llevarlo con el resto de refugiados, el niño saco un cuchillo, se lo clavó en el cuello y salió corriendo, antes de que sus compañeros pudieran hacer nada. El niño resultó ser parte de una milicia a la que la guerra le venía muy bien para poder vender sus armas.
Y así de fácil. Una vida sesgada por la codicia del ser humano. Una vida que sólo quería el bien común, una vida que se hubiera entregado por cambiar la suerte de ese pobre niño que se vió obligado a matar. Sí, ella murió. Pero murió haciendo lo que sabía estaba destinada a hacer. Murió sabiendo que no habría cambiado nada de lo que había hecho hasta ese momento, pues no podía esconder su verdadera naturaleza tras la comodidad o la seguridad.
Es una pena que la maldad del mundo acabe tantas veces con la poca bondad que hay. Es una pena que se asesine al altruismo y la compasión por el vil y duro metal.

viernes, 10 de febrero de 2012

Corre, Tiempo, corre!

-    A veces pasa,
-    el qué ¿la mierda?
-    A veces...
¿Nunca te has preguntado pequeño saltamontes, que pasará cuando llegué el invierno? Tú que eres tan feliz ahora, tú que te ríes de todos por creer tener la felicidad absoluta en este momento de tu vida. Pero ¿qué pasará cuando llegue el día de mañana, o el de pasado? ¿de verdad crees que la felicidad es eterna, de verdad crees que vivirás por siempre  en ese estado de gozo en el que te hayas? ¡Qué iluso eres! Aunque bien es verdad que no tenemos nada más que el presente, pues este es el único que nos pertenece, también es verdad que todos esperamos tener un futuro, un “presente futuro”. Y si como he dicho, es imposible que la felicidad se prolongue de forma ilimitada ¿dónde te deja esto? ¿qué piensas hacer?
Parece que simplemente esperas con felicidad el momento en el que tus pies tropiecen con ese gran montón de mierda que es la realidad, parece que lo aceptas, pero sé que en el momento que te veas hasta los tobillos de esa “realidad” habrás deseado ser un poquito menos feliz, en el que ahora será tu pasado, para poder seguir siendo feliz en el que ahora será tu presente. Qué gran paradoja, el presente que creías tuyo y feliz de repente se transforma en tu pasado y el futuro que no te preocupaba te da en la cara como el demoledor presente que ahora es.
Qué cosa tan complicada es el paso del tiempo...