martes, 20 de agosto de 2013

Saber quién soy



Saber quién soy.

Quizá ya lo sepa y no m gusta el resultado.

La ecuación me lleva a un resultado inconcluso, casi imposible.

Y por eso lo rompo y rompo mi alma en llanto.

La constante es el sufrimiento y la ecuación sólo es la prueba de este hecho.

Mi cabeza rueda como una alianza dorada sobre una mesa de mármol;

Duro contra duro,
Bello contra bello.

La batalla inmortal que nadie puede ganar.

No quiero seguir.
No me sale nada.

Solo quiero vivir contigo,
pero no te encuentro.

¿Dónde estás?

No sé si existes o sólo eres parte de mi ilusión.
Pero no dejaré de buscarte.

Nunca.

Siempre querré verte.

Siempre querré estar contigo.

Tú llenarás cada espacio de mi mente.

Tú me sosegaras.

Tú calmaras mis pensamientos más perturbadores.

Contigo encontrare mi hogar,
el que tanto necesito.

Contigo volveré al seno de mi niñez
y empezaré  a vivir de nuevo.
Tendré un nuevo comienzo.


Aquel que tanto anhelé…
 

viernes, 29 de marzo de 2013

La sala de espera de la felicidad


Disfrutando de la sala, acomodándome en ella. Tal vez demasiado cómoda, tal vez demasiado reconfortante... estoy perdiendo en sendero, de hecho ahora ya apenas se ve, como si sólo fuera un espejismo, una sutil mancha borrosa dejada por un ligero sueño superficial en una noche de pesadillas.

Sentada, gozando de las vistas, apreciando la sensación placentera de deleite, sin más preocupaciones o futuros... o pasados. Perdiendo todo propósito o anhelo, quedándome en la superficialidad de la vida más simple, cejando en la búsqueda de ese algo más que siempre pensé que tenía que hallar. Y sin embargo más en paz que nunca.


Tal vez siempre estuve equivocada, igual lo extraordinario no estaba llamando a mi puerta tan incesantemente como me había hecho creer, es posible  que sea el ser mediocre que nunca quise ser, a lo mejor la felicidad era esto, no destacar, no buscar más allá, sólo encajar.